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Gran Canaria tiene grandes riquezas, y definitivamente una de ellas, el viento, esa energía que podría cambiar el mundo. Algunas personas no lo verán así porque no lo soportan cuando viven con él día a día, pero el viento es pura riqueza y produce las olas, las olas de Pozo Izquierdo donde se viene realizando este festival hace 30 años.

Un festival que reúne actualmente a más de 117 competidores y de 20 nacionalidades diferentes, es increíble si lo piensas detenidamente. Y si se piensa un poco más el windsurf es un deporte aún muy poco conocido, es verdad que se va haciendo más famoso, y vemos proliferar su práctica y su conocimiento, cada vez más escuelas, más chicos y chicas muy jóvenes, más tiendas relacionadas con el deporte, más instituciones y organizaciones que lo apoyan, gracias a un gran esfuerzo de muchas personas, en fin,  pero en realidad no se conoce a fondo, ni se habla tanto como podría parecer, aún guarda un gran misterio.

Conozco a personas nacidas fuera de la isla que sólo por practicarlo han venido a vivir aquí...han hecho que su vida cobre sentido gracias al maravilloso viento, que como lo mencioné al principio para otros sólo produce rechazo.

La zona de viento por excelencia es Pozo Izquierdo una zona al sur-este de Gran Canaria, una zona hecha a la medida de los amantes de este deporte del mar y el viento, aquí nacen y se hacen los  campeones y las campeonas del mundo, el ejemplo claro son las gemelas Iballa y Daida Ruano, anfitrionas de este festival y vivo ejemplo del alma que se pone en este hermoso deporte.

Es un deporte duro y apasionante, no hay que entenderlo o practicarlo para saberlo,  pues el simple hecho de enfrentarse al mar  es para algunos temible, arriesgado, imposible. Es bello de ver, es muy emocionante cuando sabes lo que se juegan, y cuando asistes a un campeonato de esta magnitud te das cuenta del esfuerzo que se realiza, pero lo más bonito es esa luz que desprenden cuando estas personas salen del agua y vienen de una lucha contra viento y marea nunca mejor dicho, consiguen ser los aliados del viento, se ven libres y felices.

En Pozo Izquierdo a diario y durante casi todo el año se cumplen las condiciones para practicar Windsurf, puedes ver a personas de edades comprendidas entre los 12 hasta los 70, pues una vez que se bautizan en ese mar, difícilmente pueden dejarlo.